El relato popular de la vida de Plath se centra en su genio literario, su enfermedad mental y su tumultuoso matrimonio con el poeta inglés Ted Hughes. Pero la vida de la autora -y su talento- fueron mucho más complejas,  De hecho, Sylvia Plath, que estudió en el Smith College de Northampton (Massachusetts), tenía la intención de especializarse en arte. Heather Clark recoge en ‘Cometa rojo: arte incandescente y vida fugaz de Sylvia Plath’ indaga en esa faceta de la autora y recoge alguna de sus obras.

“Creo que una vez que sabes que dibujaba, pintaba y hacía bocetos constantemente de niña, y te das cuenta de que fue a la universidad para especializarse en arte, empiezas a ver lo vívidas que son sus descripciones, y lo bien que ponía imágenes visuales en palabras”, dice Moss, que comisarió “Una vida” junto con Karen Kukil, conservadora asociada de libros raros y manuscritos en el Smith College. “Me interesaba mucho su interés por las artes visuales y cómo lo trasladaba a sus escritos”, explicaba Dorothy Moss, curadora de la exposición Una vida: Sylvia Plath, inaugurada en el 2018 en la National Portrait Gallery.

Una selección de autorretratos, collages y dibujos de Plath, extraídos de los archivos del Smith College, la Biblioteca Lilly de la Universidad de Indiana y colecciones privadas. Realizadas en distintas etapas de su vida, presentan a una mujer “tan llena de alegría como de momentos de oscuridad”, afirma Moss. “Tenía un sentido del humor caprichoso y maravilloso. También sabía cómo explorar las profundidades de sus miedos y ansiedades por escrito y en imágenes.”