ALEJANDRA PIZARNIK: DIEZ POEMAS
BALADA DE LA PIEDRA QUE LLORA
A Josefina Gómez Erránzuris
la muerte se muere de risa pero la vida
se muere de llanto pero la muerte pero la vida
pero nada nada nada
SIEMPRE
Cansada del estruendo mágico de las vocales
Cansada de inquirir con los ojos elevados
Cansada de la espera del yo de paso
Cansada de aquel amor que no sucedió
Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Cansada de dormir y de no poder mirarme
Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!
Cansada por fin de las muertes de turno
a espera de la hermana mayor
la otra gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.
POEMA PARA EMILY DICKINSON
Del otro lado de la noche
la espera su nombre,
su subrepticio anhelo de vivir,
¡del otro lado de la noche!
Algo llora en el aire,
los sonidos diseñan el alna.
Ella piensa en la eternidad
SOLO UN NOMBRE
alejandra alejandra
debajo estoy yo
alejandra
EL MIEDO
En el eco de mis muertes
aún hay miedo.
¿Sabes tú del miedo?
Sé del miedo cuando digo mi nombre.
Es el miedo,
el miedo con sombrero negro
escondiendo ratas en mi sangre,
o el miedo con labios muertos
bebiendo mis deseos.
Si. En el eco de mis muertes
aún hay miedo.
UN SUEÑO DONDE EL SILENCIO ES DE ORO
El perro del invierno dentellea mi sonrisa. Fue en el puente. Yo estaba desnuda y llevaba un sombrero con flores y arrastraba mi cadáver también desnudo y con un sombrero de hojas secas.
He tenido muchos amores -dije- pero el más hermoso fue mi amor por los espejos.
INMINENCIA
Y el nuelle gris y las casas rojas Y no es aún la soledad Y los ojos ven un cuadrado negro con un círculo de música lila en su centro Y el jardín de las delicios sólo existe fuera de los jardines Y la soledad es no poder decirla Y el muelle gris y las casas rojas.
he nacido tanto
y doblemente he sufrido
en la memoria de aquí y de allá
BALADA DE LA PIEDRA QUE LLORA
la muerte se muere de risa pero la vida
se muere de llanto pero la muerte pero l vida
pero nada nada nada
EL DESPERTAR
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aulla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el iedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oir a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
¿Cómo no me extraigo las venas y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche’
El principio ha dado a luz a el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron que ya es demasiado tarde.
(…)
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vueltp ájaro
Qué hare con el miedo