Durante décadas, Zelda Sayre Fitzgerald fue conocida sobre todo como la esposa de F. Scott Fitzgerald, la flapper original de los locos años veinte y la inspiración para muchas de las heroínas de ficción de su marido, Scott Fitzgerald. Con el movimiento feminista de finales de los sesenta resurgió el interés por el talento de Zelda como escritora de ficción, bailarina y artista.
Poca gente conoce su obra artística, a pesar de que realizó más de cien paisajes urbanos de los lugares donde vivió, ilustraciones para cuentos de hadas e historias bíblicas, y pinturas de figuras y flores. El premiado libro ‘Zelda, luces y sombras de Zelda Fitzgerald’ escrito por Nancy Milford indaga en sus inquietudes más allá de ser la ‘esposa de’, y en su ansia de libertad. Como describe la autora Marta Fernández en el prólogo de esta edición, “parecía un ser llegado del futuro a una época que no le correspondía. Porque era demasiado libre. Demasiado única. Demasiado ella”.