La palabra es su medio de expresión artística, pero no se trata de una escritora. La exposición de sus obras siempre generan admiración estética sin ser pintora ni escultora. Jenny Holzer (Galliopolis, Ohio, 1950), regresa a nuestro país, del que nunca se fue ya que sus letrero luminosos nos acompañan de forma permanente en el Guggenheim de Bilbao desde su inauguración y muchos hemos tenido la experiencia impactante de rodearnos de significados y significantes sobre la vida, la muerte, la guerra, el amor o la igualdad que nos incitan a la reflexión profunda.
Truismos es el término que ella misma acuñó para sus textos, breves, punzantes y en casi siempre sorprendentes que le hicieron ganar en 1990 el León de Oro en la Bienal de Venecia de 1990. “Protégeme de lo que quiero”, “el dinero crea el gusto”, “tus miedos mas viejos son los peores” son alguna de sus frases más contundentes que han contribuido al paisaje urbano y museístico de todo el mundo desde que empezara a utilizarlos en Manhattan allá por los años setenta del pasado siglo.
El Guggenheim le dedicó una gran exposición, Jenny Holzer. Lo indescriptible. La guerra civil en Siria y en la antigua Yugoslavia, las agresiones sexuales o la violencia son los temas más importantes de la muestra que contiene obras de nueva creación que caen literalmente sobe nosotros en composiciones de textos en led y otros formatos originales de la autora así como de otros escritores españoles y extranjeros. Pinturas, escultura y proyecciones de luz por doquier que nos sitúan en el ambiente idóneo para la captación del mensaje de Holzer.
Por: Raquel Bada